Wednesday, August 26, 2009

- No soy una Vaca -





Cuando la mamá de mi mamá, aquella señora a la que le llamaba Wely, y la que en paz descanse, se dio cuenta de mi sistemático crecimiento de digamos "lolas", comenzó a despilfarrar, una y otra vez, algo raro que parecía ser un consejo a cerca de una vaca. Yo, claro, una niña cándida aún, no entendía a qué mugre se refería, hablando de una vaca y su leche regalada.

Ahora comprendo que es un dicho inventado para sembrar el terror en cualquier mujer, como se dice en términos sociológicos “listas para merecer”, que se atreviese a desear regalar altruistamente su litro de leche por ahí. Y puedo decir, luego de años de investigación pasiva y activa, que se las cuentan para que precisamente estas cabritas “no merezcan” (que maldad)

Todo parte de la culposa crianza chilena y con chilena me refiero al típico “por mi culpa pro mi gran culpa” frase acuñada en las, (Dios me perdone) fucking casas católicas, en donde siempre el sexo se vió como la necrósis de todo lo que “debiera ser” en donde tu abuelita y tu mamá, tenían la osadía de compararte con una ¡maldita vaca! diciéndote que no regales la leche que si la ésta se regala nadie compra la MU¿o sea que me vendo como vaca? ¿Mi osobuco y cosas por el etilo? ¡Por favor! Encima uno se pone apretada con un producto que al final nadie compró o, cada día me convenzo más, no quise vender.

Bueno, ese es mi trauma, comprenderán que no soporto ni tomar un bus para la casa de mi wely, todo para no ver ese paisaje lleno de …VACAS!! Que aparecen por la ventana, cuando uno se marcha al sure. Para coronarlo todo me saturaban con películas de ejemplos de quienes yo debía ser ¿Y quién se supone que fuera? ¿A qué historia feliz debía copiar? ¿A la de la Blanca Nieves o La Bella Durmiente? Yo, en realidad y secretamente siempre quise ser la Pretty Woman. Onda una chicha que usa hilo dental para los dientes y, por su puesto de calzones también, quién termina enamorada de un gil guapo, con los millones de Farkas y más encima, que sabe apreciar el digamos “producto vacario” bueno ya bovino. O sea, yo prefiero eso, a terminar vendiendo mi vaca, perdón… mi leche, a un mamón del que no sabes nada por que que se casa contigo sin tocarte ni una pechuga primero. Y me pregunto... si el comprador, tiene problemas tales como: no saber consumir el producto ¿la vaca viene con garantía? o el comprador, mejor.

Creo que aunque pueda subir miles de kilos, jamás quisiera que me compararan con una vaca y no es que desprecie a las vacas, sólo que estoy contenta sin rumiar mi comida y sin que ¡¡me ordeñen!!


P.-