- Princesa Pollito -

Había una vez una Princesa, que soñaba con hacer grandes cosas de su vida, las soñaba, pero sin dormir, porque siempre pensó que dormir era una total y absoluta pérdida de tiempo, en su lugar ponía música en sus oídos y con banda sonora construía su vida, pensaba y pensaba en su cama envuelta en colores y sensaciones. Cimiento a cimiento hacía los planos de lo que venía y se iba haciendo una película en la que ya estaban los actores, pero le faltaba el mejor de los guiones y el más detallista de los directores. Si alguna vez alguien pudo hablar con la Princesa y no se quedó a más que su primera capa, pudo cometer un error al juzgar su guión, que nos prepara un twist sorpresa al final. Ella Crea situaciones que a primera vista parecen materialistas pero que al escucharla un poco más, se sabe que, en realidad, es todo lo contrario.

Ella quiere ser una doctora, la doctora Princesa; Ella quiere tener una casa grande y bella; Ella quiere tener 2 autos: uno lo describe negro y grande, como el que usan los traficantes, y otro más pequeño para ir a trabajar cuando sea la doctora Princesa y así gastar menos bencina, claro.

Lo que yace dentro de todos esos deseos, lo supe un día que la princesita comenzó a confiar en mí. Un día que todo brilló y una brisa fresca apareció, ese día en que se acercó y me reveló que su sueño es ser doctora, porque así va a asegurar que nadie más de su familia sufra sólo en un hospital, y de esta forma, podrá estar ahí cuidando que todo funcione como debe ser para su familia. Quiere tener una casa grande y bella, porque un departamento no le alacanzaría para vivir con su mamá (ella es una Tita voluntaria) y no habrían suficientes habitaciones, para que se queden sus hermanos y los hijos de ellos - ¿Y los dos autos? le pregunté a la Princesa y su respuesta fue: Porque el de traficante se lo dejará a su mamá para que salga con sus amigas, para ese entonces ya vetustas y como la camioneta es tan grandota y protegida, nunca le pasará nada malo a su mamá.

La Princesa sueña con un amor de quimeras, de esos que de vez en cuando se pasean por las historias ideales y en películas gringas antiguas, él le regalará una flor para pedirle que sea su princesa, él querrá a su familia y su familia lo querrá a él, la acompañará y nunca la aburrirá y eso sí en la primera cita él pagará, irán al cine y él le comprará cabritas, verán la película de la mano y cuando termine se besarán, caminarán de la mano y se contarán sus sueños, para luego hacerlos realidad...

Mi Princesita es aquella que me reta, que me dice que deje de vestirme con tanto negro, porque son los colores fuertes los que "la llevan" ahora, es por ella que llevo una polera amarillo patito puesta en estos momentos. Es la que se preocupa de escuchar mi vida y contarme la suya, me hace sentir que hay alguien a quien debo cumplir, alguien que espera cosas de mí y alguien a quien no debo decepcionar.


Mi Princesita se preocupa de todos los detalles y es la que es imposible no amar, es la que hace brillar el mundo y la que me hace verlo mejor, más bello, más ideal, es cuando recuerdo su existencia que mi vida se hace liviana, porque mis problemas son nimios comparados con las ganas de hacerla feliz, de ayudarla a cumplir cada uno de sus sueños y por supuesto de ayudarla a crear unos nuevos...



Te amo mi Princesa Pollito y uno de mis anhelos más profundos es que nuestros mundos medios apeliculados, siempre estén entrelazados...


P.-