- Recuento -

Año de cambios ¡que cambios! Por fin me siento con una sonrisa a trabajar y no es exactamente que me guste mi pega, sino que me gusta lo que la rodea y lo que rodea mi vida hoy. Recuerdo que ya habían sido muchos años seguidos que al hacer el recuento mental típico de esta fecha, deseaba que todo fuera diferente, quería un cambio, que cambiara el mundo, que cambiara yo, que pasara algo...algo que me quitara ese pesar y esas ansias de que todo lo malo, lo podrido y lo nefasto se fuera, claro que mágicamente es algo imposible, aunque puedo decir que este año he aprendido una cantidad exorbitante de cosas, como de mí misma por ejemplo...que quizá y sólo quizá es lo más importante.

Este año me fui de casa, pero lo que descubrí con ello es cuanto necesito a mi familia, aún si no vivo con ellos, la distancia no necesariamente es lejanía. Entendí, por fin de verdad, cuan importante fue la llegada de mis hermanas a mi vida y con ello un cariño que antes no conocía, un cariño sin condiciones y sin esperar retribuciones, de esos por los que perdonarías todo y lo darías todo.

Este año descubrí que a veces uno se obsesiona con una ilusión que nada tiene que ver con la realidad. Descubrí que no siempre el cariño que uno entrega es entendido y que existe gente que puede pisotearlo; descubrí que soy sentimental, romántica y cariñosa y que no tiene por qué darme verguenza ser así, que no es malo ser uno, que no es necesario disfrazalo, si no saber a quién apuntarlo; descubrí que no puedo ser muy rockanrollera, porque simplemente no está en mi naturaleza y que eso no quita que a veces necesite su pizca de rockandroll en mi vida, pero como aliño, no como plato principal o si no mi colon se hace pebre.

Este año me obsesioné con Mike Patton y "I started a Joke", me pegué con "You Could be Happy" de Snow Patrol y me gustaron por cuestiones "subjetivas" 2 canciones de Oasis, que nunca pensé me gustarían; no paré de escuchar Viva la Vida de Coldplay, hasta hoy , alusiné con Tesis de Amenabar y aprendí a hacer cazuela, tiré la talla con unos Holandeses, perdí mi pase escolar, me compré a mi bb laptop, me cambie al turno de la noche y luego volví al día, me reencontré con mis amores pasados, lo dejé ir todo y luego algo nuevo irremediablemente se posa en el lugar.

Este año descubrí que hay un placer oculto en escuchar a los demás, oculto, porque no mucha gente lo sabe y por lo tanto no se da el tiempo de hacerlo, aprendí que hay gente que necesita que la escuchen y que uno regala amor con ello, que uno mismo aprende de las experiencias ajenas y que es interesante saber de la gente que te importa y como se hace importante la gente que no habías escuchado antes.

Este año aprendí que el perdón siempre es posible, que el odio al final sólo amarga y que dejar ir las cosas, muchas veces es lo mejor...ser libre, ser libre, ser yo... Aprendí que no toda la gente le hace bien a tu alma y por lo tanto hay que dejarlas ir. Este año supe que soy capaz de mucho más de lo que creía y que me queda mucho más, de qué, ser capaz. Aprendí a aceptar que soy "catrasca"****, y poco puedo hacer para remediarlo, que un defecto lo tiene cualquiera y creo tener las suficientes virtudes para mitigar el "efecto" de tal "defecto".

Este año Descubrí que soy importante para gente que no pensé que lo fuera, descubrí que dejo una huella en las personas, por lo menos en la gente que me importa, aprendí que puedo ser una Elfa para algunos y un orco para otros pocos y que es eso es ¡NORMAL! pero lo que más aprendí, es a que tengo todo lo que creo merecer, pero de a poco me voy dando cuenta que voy mereciendo más y por lo tanto van sucediendo nuevas cosas.

Enfrento llena de optimismo este nuevo año, con una esperanza inconfesable que me guardo para mí, cosas que ya empecé este año y deben concretarse para el próximo, no compré los calzones amarillos, porque no creo en las supersticiones, pero pre-siento, mejor dicho siento aires nuevos, de hecho siento esa brisa hace algunas semanas en mi cara cada día antes de dormir y eso...eso justo antes de cerrar mis ojos, me hace esbozar algo tan parecido a una sonrisa que de verdad pienso que lo es...

P.-

*** Palabra proveniente de la frase "cagá tras cagá" acuñada por mis cercanos para distinguir mis múltiples accidentes con vasos, botellas, cortinas, espejos y sucedánios.