Monday, August 18, 2008

...Realmente lo hice...


Pensé en devolverme...realmente lo hice, pensé en sus caritas apenadas, en el "no te vayas" en el habla con ella.

Pensé en que pude haber estado por encima de toda la Ira, haber pasado sobre el Orgullo, haber sido lo que siempre dije sería.

Recordé cuando era una niña y pensaba que el Orgullo era una mierda que le echaba a perder la vida a la gente ¿y a cambio de qué? de nada, recordé también como me decía que yo no sería una ciega tonta, no caería jamás en su juego, nunca gobernarías mi vida imbécil Orgullo, pero sin embargo, no me devolví. Preferí hacerle frente a la lluvia, preferí caminar y llorar a la par con el cielo, que ambientaba mi interior, meterme al agua hasta las rodillas, así como me sumergía en un maldito dolor que me infligía sola, que no podía dejar de agrandar a voluntad. Me ganó la Ira, me ganó el Orgullo, y el error ya no tiene anticoagulante, sale, escurre y no para. La culpa me inunda, la culpa me ahoga al recordar sus caras, sus voces...No me miren así por favor, que lamentablemente el Orgullo y la Ira ya se apoderararon de mí y dejo tapadito el amor, no lloren por favor que no soporto esta espina, a ustedes jamás les daría Ira, a ustedes no, pero no me pidan doblarme por otros, porque ya no puedo, no hay templanza, no hay prudencia, cuando el dolor es tanto, cuando la llaga es tan grande, no queda más que llenarla así.

Ya ni siquiera puedo victimizarme, como tantas veces en el pasado pude sacarme la culpa, pude darme placer, esta vez pude evitarlo y no haber caído en la arena movediza, pude quedarme, sí, pude consolar, pude cambiar esas caritas, pude ser más y a libre albedrío hice lo contrario, elegí escapar y no ayudar. Lo elegí y ya.

¿Y si me devuelvo? Pero ya no sirve devolverse ahora, el daño está hecho. Sólo sé que por no estar a la altura y por dejar de cumplir mi rol, el rol que siempre me tocó se acabó mi pedacito de felicidad, ese oasis que creí hacía florecer el desierto por completo, se acabó lo que me daba la sonrisa más fácil, la sensación de ganadora, se acabó lo único que no tiene precio en esta vida.

Pensé en devolverme, realmente lo hice, pero me ganó la Ira y el Orgullo y ya no hay vuelta atrás...

1 comment:

Felipe Villarroel said...

Claro que es importante el orgullo, nunca se puede volver atrás pero si se puede pedir disculpas. Sé que no es la idea, pero hay mucha gente que no se merece que uno agache la cabeza y soporte la mierda que le tiran encima.
Tampoco es recomendable sentirse dominado por la ira al escribir... siempre es mejor pensarlo bien, hilar las palabras justas y ser elegante.
F.-