Snoopys.

Siempre dijiste que nos imaginabas como dos Snoopys, dos Snoopys en mundos paralelos, dos Snoopys acostados en el techo de su casa, contemplando el cielo y pensando. Siempre pensando en las mil y una razones porque pasaba tal o cual cosa, siempre pensando, siempre resolviendo o tratando, al menos...

Me conquistaste por tu simpleza y entereza, por tu comentario atinado y tus gustos conocidos, tu voz peculiar y agradable, tu ternura avergonzada, tu mirada arrepentida y tus palabras subjetivas hacia mí.

Cuando tus ojos verdes transparentes, me pidieron un beso, no pude menos que consentirlos. Lo recuerdo nítido, lo recuerdo bien, nos recuerdo en la oscuridad, donde sólo brillaba tu mirada, recuerdo la risa de los amigos, el chin chin de los vasos, la guitarra de José, la burla de Rodrigo y el oído atento de Denisse, todo visto a mil kilómetros de nosotros, todo ahí y a la vez todo ausente, menos tú y yo, menos las mariposas, menos tus labios, menos los míos.

Recuerdo haberte dado el primer regalo que se daba por nada, recuerdo lo dulce que eras conmigo, como uníamos fuerzas y combatíamos el mundo, como nos reíamos del mismo, como nos reíamos, sí que reíamos. Yo no estaba lista más que para reír y tú no confesaste lo que debías...hasta ahora.

Extrañamente, aún cuando no estábamos juntos, sí estábamos unidos, pues estuviste ahí cada vez que lloré y me hiciste respirar hondo cuando me sentí ahogada, me tomaste de la mano cuando ya no veía camino, me abrazaste mientras lloraba, me escuchaste cuando necesitaba hablar, me entendiste, y estuviste...estuviste siempre ahí, el mundo era nuestra casa y tú y yo cada uno un Snoopy el cual arreglaba la vida del otro.

Hoy me llamaste y miramos el cielo otra vez, yo desde mi ventana y tú desde la tuya y así somos como tú siempre dijiste, dos Snoopys en mundos paralelos ¿Seremos las almas gemelas que dices que somos?

Yo también te extraño, pero no estropearé tu felicidad, SE FELIZ, que nadie lo merece más que tú, sé feliz que yo soy feliz si tú lo eres, sé feliz que no debe ser de otra forma. Yo estaré pensando en ti mientras miro al cielo estrellado y pienso en mil maneras de arreglar mi mundo...

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